Los alumnos de 4º
Medio ya comenzaron a despedirse del IAE. Junto a sus familiares
y amigos celebraron la Eucaristía de Acción de Gracias.
Una conmovedora ceremonia se vivió el viernes 13 de noviembre.
Celebrada por el Padre Francisco Villarroel junto al profesor
y diácono, Francisco Arce, y el Capellán del colegio, Gabriel
Hormazabal , la eucaristía tuvo un toque especialmente emotivo.
Durante la homilía, el sacerdote se acercó a los
presentes, paseando por el pasillo central de la Capilla. Habló
con los jóvenes y con sus padres sobre lo que se venía en esta
etapa de sus vidas. Les advirtió que no se dejaran llevar por
las tentaciones y les pidió que cuidaran el sello marista que el
colegio les ha entregado: Desde la primera vez que vine a este
colegio, sentí que era una familia, aseguró.
En el momento de las ofrendas, el pan y el vino
fueron llevados hasta el altar por la familia Jerez Braghetto.
Asimismo, los profesores tutores de 4º Medio pusieron en el
altar los talentos de cada curso que les corresponde acompañar,
destacando en sus palabras las cualidades que los distinguen.
La Pastoral del colegio aprovechó la oportunidad
para reconocer el servicio que Alejandro Cabrera, Sergio Muñoz y
Pablo Silva prestaron como acólitos. Tras felicitarlos, nuestro
Rector entregó un mensaje a todos los jóvenes, motivándolos a
buscar ser siempre los mejores en al ámbito en que se
desempeñen. Para cerrar sus palabras, invitó al altar a los
presidentes de curso, y juntos cantaron la Salve.
Al alumno Gabriel Jiménez le correspondió
entregar un testimonio de su paso por el IAE. En sus palabras
recordó los catorce años que ha estado en nuestro Instituto y
fue enfático al señalar que siempre será marista de corazón.
La mamá de Klaus Wanner, Marlene Bichmeier, también compartió
con los presentes unas emotivas palabras. Agradeció el apoyo que
le ha entregado siempre el colegio y recordó su experiencia como
delegada de pastoral por catorce años seguidos.
Para cerrar la ceremonia, el sacerdote invitó a
todos los alumnos a subir al altar. Desde allí, los instó a
agradecer a quienes los acompañaron con un gran aplauso. Como el
saludo de la paz se había guardado para el final, fue en el
altar donde todos compartieron un fuerte abrazo.
El Centro de Padres ofreció un cóctel para celebrar este
momento. En la ocasión, los presidentes de cada curso firmaron
el libro de ex alumnos en representación de sus compañeros.