Sin embargo, todos coincidieron en que lo mejor fueron sus anfitriones: Carolina, Hernán y el Hermano Germán. Con ellos se compartió momentos de profunda espiritualidad Marista, como el recuerdo de nuestros mártires de Zaire o la conmovedora biografía de San Marcelino Champagnat. También hubo momentos de reflexión pedagógica a partir de la película “The Mr. Holland Opus”, que a nadie dejó indiferente.

Otro punto aparte mereció la “Peña del Hermano Germán” que resultó ser un punto de unidad nuevo y de intensa alegría. Con sketch y momentos serios de reflexión se creo un ambiente que costará olvidar junto a la música, el canto y el baile. A la mañana siguiente el ánimo no decayó y se intensificaron las emociones, ya que el grupo recibió la noticia de la muerte de una de las profesoras más queridas de Quillota. Aunque muchos no la conocían, se sintió el pesar por su partida, se oró por ella y su familia. Luego otra noticia trágica aconteció, la apoderada de una de las profesoras de San Fernando murió repentinamente en un accidente de tránsito. Es paradójico como el Señor quiso que este grupo experimentara tanto momentos de alegría como de tristeza en estos pocos días, como un signo misterioso de nuestra condición humana. Sin embargo, todo fue ofrecido a Él. Finalmente hay que destacar la atención culinaria, siempre de primera, otorgada por personas de gran sencillez y alegría.

El sentimiento al concluir la jornada es un profundo deseo de no perder lo que se ha encontrado al conocer un poco más de cerca la espiritualidad de SanMarcelino Champagnat y de volver a encontrarse quizás unos años después, pero con las mismas ganas de servir al Señor en esta gran obra Marista.

La Comunidad Ercillana les da el más cordial de los recibimientos a Arilis, Claudia, Marcela, Johanna, Ernesto, Margarita, Lourdes y Ramón. Sean muy bienvenidos.