Cada tres años se realiza la renovación del patrocinio que nuestro colegio establece con el Grupo Guías y Scout Instituto Alonso de Ercilla. Un patrocinio que consta de apoyo y cobijo en las actividades, además de representación y dirección en ciertos puntos, pero que dentro todos los derechos y deberes que alberga el "convenio" -por definir de modo habitual- el más importante, acentúa la labor evangelizadora y fraterna que debe existir en el movimiento.

Esto es algo a lo que los Scout jamás han estado ajenos. Una raíz trascendental del movimiento es precisamente desarrollar dimensiones que permiten a niños, niñas y jóvenes encontrarse como hermanos y hermanas en el habitual vivir: compartiendo juegos, cocinando, cantando, bailando, orando y contemplando -por dar algunos de los cientos de ejemplos que podrían asomar al hablar de escultismo- . Nuestro colegio alberga este grupo hace más de 62 años, cuando en 1954 el Hermano Marista José Gaus junto a otros hermanos participarán de su fundación.

El pasado jueves en la Sala Multiuso de la Sección Básica fue firmado el patrocinio que compromete al Instituto Alonso de Ercilla junto al Grupo Guías y Scout en tres años de trabajo formativo para niños, niñas y jóvenes del colegio. El nuevo responsable de grupo, Sebastián Carrasco (ex alumno del colegio) fue el encargado de firmar el compromiso, en compañía del Hermano rector Jesús Pérez en representación del IAE. El responsable aprovechó la ocasión para presentar el Staff de Dirigentes que guiarán cada una de las unidades en las diferentes ramas (menores / intermedias / mayores). 

Un momento agradable y memorable fue el ofrecido por Raúl Gallardo, quien asistió a esta ceremonia en representación del actual Coordinador de los Guías y Scouts Maristas, que no pudo asistir por tener compromisos en otro colegio. Raúl es uno de los Scout insignes del movimiento en la congregación, participando por más de 50 años. Fue beneficiario del Hermano Marista Luis Ibañez de la Rosa, otro hombre "escuela" dentro del escultismo marista y del movimiento a nivel internacional.

Raúl invitó a los beneficiarios y dirigentes a mantener el sello Marista de fraternidad y amor. A practicar sus enseñanzas en torno al evangelio y a no perder el carisma que hace que el movimiento continúe y engrandezca el corazón a quienes pertenecen.