Noticias
Profesora Cristina Padilla logra 1° lugar en JJ.PP
Por
Nicolas Curi F.
Publicado:
31 Mayo 2016
Leido 2678 veces
Profesora Cristina y sus dirigidas en entrenamiento
Comenzó a jugar cuando solo tenía 10 años sin saber que aquello terminaría siendo parte fundamental de su vida. El pasado mes de abril confirmó una vez más su pasión, cuando consiguiera el título panamericano de Maxibasquet en Costa Rica. Aprovechamos la ocasión para hablar de su desempeño dentro y fuera de la cancha. Sus opiniones, gustos y la alegría que día a día le transmite este deporte.
Mujeres altas y de color. Aquella fue la primera impresión de Cristina cuando entró a disputar la final del campeonato. De jugada en jugada se fue gestando la carrera que aquel día tenía a las representantes de Chile en el último partido del torneo Panamericano de Maxibasquet. Los minutos iniciales fueron completamente de las jugadoras de Puerto Rico. Cada lanzamiento se convertía en punto. La destreza de las isleñas constituyó su principal ataque. Movimientos pronunciados y técnicas llevadas a la perfección. El marcador se mantuvo abajo, hasta que Cristina y el equipo decidieron lo contrario.

“Allí dijimos: hay que revertir la situación. ¿Qué tenemos nosotras? ¿Qué podemos hacer?, fue la constante que afirmó a las jugadoras. La respuesta fue al unísono. Corramos y ocupemos la garra. En ese momento el partido cambió. El equipo de Chile comenzó a pelear cada punto. Entre el aire y el suelo los balones se movían y para cada uno, existía una jugadora atenta a su captura. “Cambió la actitud del equipo. Empezamos a remontar, las empatamos. En el tercer cuarto pasamos arriba y ya en el último no tuvieron chances de volver”, recuerda Cristina.

La presión y la marca impuesta ocasionaron que el resultado fuese 15 puntos arriba a favor de las chilenas.

Aquel triunfó permitió que el equipo clasificara en primer lugar para el Mundial de Maxibasquet, organización creada en 1989 para mantener activos y en competencia a personas mayores de 30 años amantes del básquetbol que no juegan profesionalmente, en Italia durante el próximo año. 

Cristina Padilla, madre de dos hijos y profesora de Básquetbol llegó a nuestro colegio el año 2013. Como jugadora ha participado en numerosos equipos, Club Colo-Colo, la Universidad de Santiago, Boston College, la Selección Chilena Juvenil y Adulta, pero su gran amor es la Universidad de Chile, casa de estudios que defendió durante gran parte de su carrera. El primer contacto con el balón lo tuvo a la edad de 10 años. “Toqué la pelota de básquet y me enamoré. No quise nunca más dejar de jugar. Era lo que me llenaba. Correr, competir y el trabajo en equipo”, afirmó Cristina mientras mencionó que también practicó atletismo, pero al ser un deporte donde el entrenamiento es un tanto personal, decidió dejarlo.

Un día una amiga le dijo que tenía condiciones para jugar. Aquella persona entrenaba en Colo-Colo e invitó a Cristina a probar. Llegó a la calle Cienfuegos, donde se encontraba la sede, y comenzó a jugar. Desde aquel episodio no se detuvo más.

Ingresó a la Universidad de Santiago a estudiar por intermedio de una beca deportiva. La carrera escogida fue Publicidad. Tan solo tres años alcanzó a cursarla hasta que se dio cuenta que la oficina y el trabajo estático no era lo suyo. “No puedo estar quieta, necesitaba moverme. Decidí: me cambió de carrera. Ahí entré a estudiar Educación Física. Mi mamá se quería morir. Me decía: Ten tu cartón en la mano y después haces lo que quieres. Sobre todo cuando uno dice que estudiará pedagogía, recibe una estigmatización casi instantánea. No importaba, era lo mío”, afirmó.

Nunca dejó de jugar, hasta que comenzó a trabajar. Allí las condiciones cambiaron. Probablemente fue la primera vez que Cristina decidió disminuir la permanencia en la cancha. “No era compatible entrenar todos los días. Empecé a trabajar, tenía menos tiempo y el básquet no era profesional. No había sueldo ni ayuda económica de por medio. En ese momento jugué solo en Boston College, entrenaba dos veces a la semana y luego iba al partido”, recuerda.

Así se mantuvo hasta que el año pasado recibió la llamada de un ex entrenador, invitándola a participar en el MaxiBasquet. El resto fue historia. Comenzaron a juntar dinero para los pasajes a Costa Rica, a entrenar y a concretar su participación, la que fue completamente autogestionada.

La docencia

Cristina llegó el 2013, tiempo en que coincidentemente enfermó grave el querido profesor de la rama, Nelson Rojas, fallecido dos años después. Aquel motivo, junto al crecimiento de las niñas, requirió una persona para acompañar las categorías femeninas. “Recuerdo que me dijeron: es difícil trabajar con mujeres. Y creo que sí. Para los varones es difícil entrar a los camarines por ejemplo, para mí no. Los varones a veces no entienden la emoción o la sensibilidad de las niñas, yo me siento capaz de compartir aquello con ellas. Además me permitieron enseñar el deporte que amo. Fue una bella oportunidad llegar aquí”, comenta.

Empezó a dirigir a las más pequeñitas. Prácticamente, las niñas entrenaban en la categoría infantil pero no todas pertenecían a dicho rango etario. Fue necesario subir de categoría a algunas, ya que para las competencias u otros encuentros el equipo debía estar completo con 10 representantes. Efectivamente aquel fue el número de jugadoras que Cristina dirigió por primera vez en el colegio. 

“Recuerdo el primer año de olimpiadas. La competencia es para niñas de 2° y 3° medio, nosotros fuimos con niñas de 7° y 8°. El primer partido fue un horror. Las chiquillas llegaron bien, querían viajar y participar. Comenzó el juego y al poco rato una chica se fue llorando al baño. De pronto dos chicas corrieron al baño, hasta un momento en que todo el equipo compartió la emoción. Fue un llanto colectivo. “Son muy grandes profe, me decían”. Ahí tuve que arengar: Hemos entrenado todo el año. Tanto que esperamos para esto y ahora… no chicas, no puede ser. –Sí tía, me dijeron. Entraron con garra a tal punto que solo por 4 anotaciones perdimos frente a las locales, un súper equipo. Nunca olvidaré ese partido”, relató. 

Cristina recordó con exactitud dicho partido ya que fue donde por primera vez las chicas –el equipo femenino, que recién se había creado- se dieron cuenta que podían realizar lo que buscaban y además tenían las capacidades para competir. 

¿Cómo diriges al equipo?

Mi primer fin como profesora es que se encanten con el deporte, que se enamoren del basquetbol, para que cuando ellas egresen sigan moviéndose. No busco presionarlas pero sí que sepan que la vida no se termina aquí (colegio), que la vida sigue y que el deporte es parte de eso. (El deporte) Te enseña a ser responsable, a trabar en equipo, a ser tolerante, a respetar. Muchos valores se entrengan que después se extrapolan a todos los ámbitos de la vida. Creo que siempre he tenido la convicción de que un buen deportista es una buena persona

¿Cómo manejas a las jugadoras, el carácter, las decisiones, sus motivaciones?

Es difícil. Por ejemplo. No le puedo decir a una niña que no puede jugar porque es mala, eso no existe. Tenemos la fortuna de disputar dos torneos así que puedo dividir los equipos para que así todas jueguen. Ninguna niña puede decir que conmigo no juega ningún partido. Es imposible. Llevo un registro de las niñas que juegan, los partidos, puntos. Voy rotando. 

Esto porque todas se esfuerzan. Lo veo en los entrenamientos. Todas trabajan sus capacidades. Ellas dan el máximo. Yo tengo que premiar el esfuerzo y eso se reconoce con el partido. Ellas lo saben. No sé si tengo suerte, pero en el partido las chiquillas jamás me dicen algo. Si algo les molestó o no les pareció, me lo dicen después. Ellas saben que soy abierta al dialogo. Lo que quieran yo escucho. Uno tiene que conocer a sus jugadoras, para eso es importante el dialogo. 


Cristina recordó una vez que una niña le mencionó que sus minutos durante el partido eran pocos. “físicamente no estás muy bien, pero si te pones a entrenar” fueron las palabras que para su sorpresa terminaron en buen puerto. Luego de aquel encuentro, la niña llegó a los entrenamientos 15 minutos antes del comienzo, para correr y entrenar su resistencia. 

¿Cómo se complementan las chicas?

Ellas son amigas. Un día me invitaron a un asado. Fui y estaban todas con sus mamás. Lo encontré de otra galaxia. Todas súper amigas. Eso se transmite en el partido. Ellas se apoyan. Yo lo siento y es maravilloso. Cuesta lograr esa unión de equipo. Cuando jugué como ellas, llegaba, jugaba y me iba. Casi siempre se juega por circunstancia. Acá las chiquillas son amigas. Eso le ha dado un sello muy lindo. Se refleja en las olimpiadas, andan todas juntas, o cuando vamos a otro colegio. Eso le da un plus enorme

¿Eso te aliviana?

Es reconfortante como profe porque uno siente que está haciendo bien las cosas. Siempre dicen que los profes son barreros y que tiene una privilegiada. Ellas saben que dependiendo como entrenen, juegan.

¿Cómo te sientes en el colegio?

Antes trabajé como entrenadora en equipos universitarios. Aquí me encanté otra vez de la pedagogía, de enseñar, de la vocación. Enseñar a las niñas, decirles. Me siento muy bien, compartir esta pasión, transmitirla. Además puedo seguir jugando. Eso es un gancho para las niñas porque dicen la profe todavía juega, participa. Eso me da la confianza para hablar con ellas, enseñar y que ellas me crean. Ellas me tienen que creer y así se realiza el aprendizaje, sino no se produce la enseñanza. Es importante y valioso que la profe todavía juega. Que ellas se reconozcan, la profe trabaja, tiene hijos, tiene familia e igual entrena. 

¿Te alcanzas a reconocer en tus jugadoras?

Sí, sobre todo porque veces me dan ganas de jugar con ellas. Lo he hecho. Les muestro cosas, a veces corregimos e inventamos juntas. Lo pasó muy bien






 

Noticias Relacionadas
Atletismo Bicampeón en Juegos Femeninos Maristas
Publicado: 1 Septiembre 2023 / 569 Lecturas
Básquetbol IAE, 3er lugar en Mundial Escolar
Publicado: 19 Julio 2023 / 584 Lecturas
Equipo de Básquet del IAE va a Mundial Escolar
Publicado: 24 Abril 2023 / 849 Lecturas
© CONGREGACIÓN DE LOS HERMANOS MARISTAS
Ámbito de Diseño, Informática y Comunicaciones